Hontanas 2019 : Ecos de la misión

Publicado el : 6 de agosto de 2019

Experiencia vivida en Hontanas, Julio 2019

Desde Hontanas y con mucha alegría de lo vivido estos días, quiero compartir alguna cosa de mi experiencia vivida en este cuarto año en la misión de la acogida de pelegrinos del camino de Santiago.
Ha sido una riqueza el poder vivir la vida fraterna Internacional e Intercultural.
Todas sabéis que Hontanas, es un pueblo dentro del camino rumbo a Santiago, donde cada día pasan muchos peregrinos, de toda raza lengua y lugar, nunca lo hubiera imaginado si no hubiera hecho esta experiencia.
Creo que el ponerse en camino supone una predisposición de apertura, de encuentro y comunicación con el diferente, que facilita la acogida el encuentro y el compartir de lo que llevas dentro; de búsqueda y de encuentro con sigo mismo.
Doy gracias de tener esta oportunidad, y de poder meterme de lleno en esta experiencia tan rica que me cuestiona. «Caminante, no hay camino, Se hace camino al andar» A. Machado.
Isabel Repiso

Camino de Santiago
Una vez más, por seis veces me he encontrado ya con este resurgir del Camino de Santiago. Unos años antes ignoraba toda esta vida de “pasar, caminar, continuar y seguir hasta llegar ….” Adónde?, a Santiago, a Finis-Terrae, cada uno a “SU” meta.
Los peregrinos y el peregrinar se hace patente en esta misión de Hontanas, misión sencilla, alegre, profunda…cada una puede hacer esta experiencia con los matices que desee y pueda colocar y arriesgar. Se puede vivir dejándose afectar o simplemente vivir el día esperando el final.
La gran riqueza nuestra y que es tan valiosa y valorada es que cada una la ha vivido como un gran regalo de predicación fraterna. Yo así la he sentido y es una gracia que cada año nuevas hermanas lo puedan vivir.
Venir a Hontanas, lugar precioso, venir desde la CRSD y encontrarse en comunidad misionera internacional e intercultural, es don ofrecido y recibido y también una responsabilidad. Hay hermanas que pueden descansar aquí, pero no es un tiempo de vacaciones ni lo vivimos así. Ha sido un tiempo desde mi punto de vista personal cuestionan te, que pide que conozcamos más toda la espiritualidad, las búsquedas misioneras y evangelizadoras que “ofrece este Areópago” como novedad y de futuro para nosotras. Y que lo hagamos con otros. Hasta llegar a esto deberíamos hacer “este camino” como entidad y como CRSD. Este es mi gran deseo: “que no se quede como actividad misionera de verano o de algún verano”.
Mil gracias a las hermanas, a toda la CRSD por ofrecernos mutuamente esta gracia.
Virgilia León